“WHAT IS NOW PROVED WAS ONCE ONLY IMAGINED” ( William Blake)


miércoles, 19 de noviembre de 2014

EL SORTEO EN POLITICA Y LA DEMOCRACIA DELIBERATIVA



Por Yves Sintomer (*)



El sorteo parece  volver en las experiencias políticas tras haberse eclipsado durante siglos (1)., La experiencia islandesa es emblemática desde este punto de vista. Tras la crisis económica del 2008 que llevó al país casi a la ruina, la voluntad de cambiar al equipo de gobierno y las regles del juego politico se expresó en enormes manifestaciones callejeras. Las elecciones anticipadas de abril de 2009  llevaron al poder a una coalición de socialdemócratas y verdes y comenzó el proceso del ex primer ministro en marzo del 2012, Paralelamente una Asamblea ciudadana de mil personas, sacadas por sorteo de  entre algunos centenares de personalidades cualificadas  se reunió a iniciativa de asociaciones cívicas para  definir los valores  sobre los que debería refundarse el país.

La experiencia se reiteró en noviembre de 2012, esta vez con apoyo del Estado con el objetivo de aprobar una nueva constitución . La tarea de esta segunda asamblea ciudadana es la de determinar, apoyándose en los resultados de la primera, los grandes principios de la futura Ley Fundamental. Poco después un “Consejo Constituyente” fue elegido por la población. Está compuesto de veinticinco ciudadanos  “ordinarios”. Las 523 candidaturas en competencia son puramente individuales., los parlamentarios no pueden presentarse y la campaña electoral  se reduce legalmente un mínimo, alejándose así de las prácticas habituales de una clase política muy desacreditada. Este Consejo trabajó sobre un nuevo texto constitucional en la primavera  y el verano de 2011. Entre las principales novedades del proyecto  merecen subrayarse: una profunda reforma del equilibrio de poderes, una mayor trasparencia en los procedimientos de toma de decisiones,  una expansión del mecanismo de democracia participativa y de democracia directa así como una  mayor consideración de las cuestiones ecológicas.

Los artículos  del proyecto constitucional  son expuestos en la red a medida de su redacción y el público puede hacer  comentarios o sugerencias a través de páginas de Facebook, Twiter o Flickr del Consejo Constituyente.  El proyecto de constitución se transmitió al Parlamente en el verano del 2012 y fue  sometido a referéndum  en 2012. Se trata del tercer referéndum en pocos años. En los dos anteriores los islandeses rechazaron  en dos ocasiones (marzo de 2010 y abril 2012) los proyectos gubernamentales de pago de la deuda que había dejado la quiebra de los bancos. Se preserva en lo esencial el estado Social y se da una nueva orientación el modelo económico.

Esta experiencia no es más que  una avanzadilla de los centenares, incluso miles de otras en las que interviene la selección aleatoria. Por no citar más que ejemplos franceses, el grupo de Metz de Europa -Ecología-Los Verdes designó por sorteo a sus candidatos a las elecciones regionales y las legislativas. La Fundación por La Innovación Política, próxima al UMP, ha propuesto designar al  10% de los consejeros municipales por sorteo (2).El Institutito Montaigne, centrista, propone llevar a cabo una conferencia ciudadana para debatir sobre la financiación de la seguridad social.  La Fundación Jean Jaures, ligada al Partido Socialista, resta deliberando sobre los jurados ciudadanos (3). La fundación Hulot reclama por su parte la creación de una tercera cámara elegida por sorteo (4) y los dirigentes de Attac, cercanos a la izquierda critica, hablan de reemplazar el Senado por una Cámara  constituida de la misma manera. A nivel internacional, el sorteo suscita un interés creciente en la teoría política.   
        
¿Porque razón había desaparecido el sorteo en las democracias modernas tras las revoluciones del XVII? ¿Porque vuelve hoy? ¿Cuáles son las potencialidades legítimas que podrían justificar un recurso significativo a este procedimiento en las democracias contemporáneas?

La desaparición del sorteo en las modernas democracias:
La experiencias democráticas y republicanas raramente  se han basado en un único procedimiento y la polarización moderna en torno a la elección es más bien una excepción histórica. La cuestión de saber porque el sorteo despareció de la escena política con las revoluciones modernas fue estudiado por primera vez por Bernard Manin (5). Su respuesta se fundamentaba en dos aspectos: por una parte, los padres fundadores de las republicas modernas querían una aristocracia electiva, y por tano era lógico que rechazasen el sorteo, que desde tiempos de  Platón y Aristóteles  se asimilaba a democracia. Por otra parte la teoría del consentimiento estaba fuertemente arraigada en las teorías del derecho natural y es había difundido hasta tal punto que era difícil legitimar una autoridad político que no fuese formalmente aprobada por los ciudadanos.Estos argumentos, siendo importantes, no agotan toda la explicación.

Concretamente no permiten entender porque las corrientes radicales mino0ritarioas pero consecuentes que militaban por una representación descriptiva (en la que el cuerpo de representantes  se asemejase por sus características a la totalidad del pueblo), no reivindicaron el uso del sorteo en política, cuyo  significado democrática aún se evocaba por Montesquieu y Rousseau.  Para explicar este enigma habría que abandonar el cielo de las ideas políticas “puras”  e interesarse en la manera  en que esas ideas se materializaban a través de las técnicas de gobierno, sus instrumentos y dispositivos. El concepto de muestra representativa  nos es familiar a los lectores del siglo XXI sensibilizados por decenios del recurso intensivo a estadísticas y sondeos de opinión. Sin embargo, no fue inventada hasta finales del XIX. Anteriormente no se podía relacio0nar sorteo y representación descriptiva puesto  que la idea de que la selección aleatoria lleva estadísticamente a una muestra que posee las mismas características que el conjunto de la población no estaba científicamente disponible (6)

La imposibilidad de recurrir al concepto estadístico de neustra representativa, cuando ya el cálculo de posibilidades estaba muy desarrollado en el momento de las revoluciones francesa y americana, constituye un elemento determinante para comprender porque el sorteo político parecía condenado en las democracias modernas: si dimensión- como repetían hasta la saciedad  la casi la totalidad de los autores de la época- hacía imposible un autogobierno similar al de las democracias griegas. En ese mundo conceptual, el sorteo significaba dar arbitrariamente el poder a algunos. En ausencia de la noción de muestra representativa, los partidarios de una representación descriptiva estuvieron obligados a elegir otros mecanismos para hacer progresar sus ideales.

Los mini-públicos representativos:
A la inversa, el significado actual de la vuelta al sorteo en múltiples experiencias se explica sobre todo por  la difusión de la noción de muestra representativa que había previamente ganado una cierta legitimidad política a través de los sondeos de opinión. Las experiencia contemporáneas se distinguen  en que piensan que el sorteo es un medio de seleccionar  una muestra representativa (o al menos diversificadas) de la opinión, una especie de microcosmos de la ciudad, un mini-publico que puede opinar, evaluar, juzgar y , eventualmente , decidir  en nombre de la colectividad, allí donde todos no pueden  tomar parte en la deliberación y donde la heterogeneidad social prohíbe creer que todos los individuos son intercambiables.

Filósofos e historiadores der las ciencias han descrito como una “domesticación” del zar ha permitido el cálculo de probabilidades a partir del momento en que los actores se  han progresivamente apoderado de él para utilizarlo como instrumento en sus prácticas científicas, administrativas y comerciales (7). Es muy posible extender este razonamiento a la política y afirmare que el cálculo de posibilidades, o mas exactamente, su manifestación  en la noción de muestra representativa y ha permitido a partir  de los años 1970 domesticar el azar bajo la forma de mini-púbicos.

Algunos de los ideales caldaicos tales como  la igualdad de todos los ciudadanos ante la selección aleatoria o la idea de que todos pueden contribuir útilmente a la solución  de problemas colectivos vuelve a encontrar una segunda juventud con las experimentaciones actuales.  Sin embargo en ciudades como fue la antigua  Atenas o la Florencia medieval o renacentista, se practicaba el sorteo con  la idea de  cada uno de los que pertenecía al grupo dentro del que se sacaba a sorteo, podía ser asa   alternativamente gobernante y gobernado.  Bajo esta forma, la rotación rápida de mandatos o de cargos públicos y la selección aleatoria permitían un autogobierno difícilmente concebible a escala nacional en las democracias modernas. La democracia deliberativa reposa sobre otra lógica ( 8). Se funda en los mini-públicos que hagan posible la constitución de una opinión pública contrafactual que se diferencia de los representantes electos peor también de la opinión pública del mayor número. . John Adams podía reclamar que  los representantes “piensen, razones y obren  como el pueblo mismo” (9). Para los teóricos de la democracia deliberativa, la similitud estadística entre los representantes “descriptivos” y le pueblo  no es más que un punto de partida. El minipublico, una vez que ha deliberado, se supone que es susceptible de haber cambiado de opinión. Tal cambio es  incuso expresivo de la una deliberación de calidad. Esto es perceptible cuando James Fishkin presenta la lógica del “sondeo deliberativo”, un instrumento que él  ha inventado. Se toma una muestra nacional representativa del electorado y se reúne a esas personas traídas de todo el país en un mismo lugar. Se plantea a esa muestra un asunto determinado con un material informativo cuidadosamente equilibrado, en discusiones intensas de pequeños grupos, con la psoiubioi8dad de ser oidos a expertos y a responsables políticos que tengan opiniones opuestas. Tras varias jornadas de trabajo cara a cara, se pregunta a los participantes de manera detallada,. La respuesta ofrece una representación del juicio ilustrado del público.

El objetivo es desmarcarse de la lógica epistemológica y  política de los sondeos celiaco. Mientras que estos no presentan mas que “un agregado estadístico de impresiones vagas formadas la mayor parte de las veces sin conocimiento de opiniones contradictorias que compitan”, los sondeos deliberativos permiten saber “lo que el público pensaría si hubiese tenido verdaderamente la oportunidad de estudiar el asunto a debatir “( 10)

La legitimidad política del sorteo:
Mientras que las formas hibridas abundan, varios dispositivos estandarizados se experimentan al dia de hoy. El más antiguo, inventado simultáneamente en Alemania y en Estados  Unidos en los años 1970, es el de los jurados ciudadanos. Derivado de los tribunales populares, permite a un grupo de personas (de 12 a varias decenas) sacados por sorteo, deliberar en unas  condiciones procedimentales optimas, alternando durante un fin de semana o dos discusiones internas y audición de expertos que defienden posiciones contradictorias. Estos últimos se seleccionan a veces, en colaboración con el jurado si éste último dura varias sesiones.,  por los instructores del procedimeitno que deben de ser independientes de la autoridad que ha incoado el proceso. El objeto del jurado es de someter a la opinión pública el tema de actividad pública sobre el que ha sido convocado (12). Las conferencias de ciudadanos (o de consensos) se parecen bastante a esto. Nacieron en Dinamarca a finales de 1980 y trataban sobre cuestiones científicas y técnicas (12). Los sondeos deliberativos, experimentados por Fiskhin a finales de los años 1970 se distinguen por su dimensión (varios centenares de ciudadanos sacados por sorteo se reúnen), pero también por no desembocan en una opinión única sino en  un sondeo de opinión ilustrada por debates contradictorios de calidad. A la inversa, las asambleas ciudadanas del modelo islandés, que ha tenido lugar por primera vez en la Columbia británica (Canadá)  en 204 (13), son tan importante por su dimensión  como los sondeos deliberativos pero tienen competencia para la  toma de decisiones o al menos para permitir plantear proyectos a referéndum ante la totalidad del pueblo,

¿Cuál es la fuente de legitimación sobre la que son susceptibles de fundamentarse estas experiencias? Los mini-públicos  por sorteo no pueden, evidentemente, sustentarse en la  legitimidad del número, ni sobre la del saber experto. Sin embargo, la experiencia histórica y la reflexión fuilosofica nos enseña que son varios las razones de legitimación  que pueden invocarse,

Una política más deliberativa:
El postulado que subyace en los dispositivos contemporáneos, a saber que una deliberación de ciudadanos “ordinarios” conducida en buenas condiciones puede llevar a resultados razonables, está ampliamente corroborada por las encuestas empíricas de ciencias sociales que han llevado a cabo observadores externos a los dispositivos que se analizan. En esta medida, la opinión de los minipublicos tiende a ser más “razonable” que la de las  masas, a la que puede influenciar a su vez su encuentra eco en los media. En un contexto en el cual la insatisfacción por el  sistema político esta ampliamente compartida, esto puede compensar la política espectáculo y la autonomización de la clase política contribuyendo a ésta se haga más responsable ante los ciudadanos. El objetivo es  promover una mejor comunicación entre decisores y ciudadanos así como una deliberación  de calidad que  implique a estos últimos.

Diversidad de experiencias sociales:
Además, los dispositivos de deliberación que reúnen a los ciudadanos ordinarios pueden  tener ventajas epistemológicas en  comparación con el gobierno representativo y con los comités de expertos, una buena deliberación incluye necesariamente puntos de vista diversos de manera  que la gama de argumentos que se contempla se ensancha y la discusión es más inclusiva (14). Desde esta perspectiva los  mini-púbicos elegidos por sorteo tiene la ventaja de ser socialmente- y por tanto epistemológicamente- más ricos que los comités que se formasen con expertos o responsables políticos, pero también más que un público participante formado sobre la base de un voluntariado i9mplicando solamente la sociedad civil organizada. Su aportación se hace cada vez más interesante en un mundo progresivamente más complejo.

Un sustitutivo de la democracia radical:
El tercer argumento se inscribe en la perspectiva de la democracia radical. Algunos defensores del gobierno representativo reconocen a veces que el mejor sistema político sería sin duda un verdadero ·” gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” pero como ese sistema es imposible en los Estados de masas, el gobierno representativo representa la opción menos mala disponible. Es sin embargo posible sostener que , en las democracias modernas, la solución menos mala es la de sustituir a un pueblo que se autogobierne, o al menos apoyarle, por mini-públicos elegidos por sorteo. Tales mecanismos afirman un valor democrático fundamental, el de la igualdad dado que todo ciudadano tiene igual oportunidad d participar en las decisiones y que su composición social refleja la de ña totalidad del pueblo.

La imparcialidad:
Un cuarto argumento en favor de los mini-públicos elegidos por sorteo, mas consensual y que se deduce de una amplia experiencia histórica, se refiere a su imparcialidad. Los electos, los expertos y los intereses organizados son muy propensos a defender intereses particulares. Por el contrario, la selección aleatoria tiende a reclutar personas no partidarias y sin intereses corporativos  que defender  y las reglas deliberativas de procedimiento estimulan a formular juicios inclinados al interés general. Esta característica es particularmente apreciable cuando se trata de abordar asuntos a largo plazo, como la protección de equilibrios ecológicos y condiciones de vida de las generaciones futuras ( 15)

Los desafíos de la democracia deliberativa:
El mecanismo de sorteo se enfrenta no obstante a una seria de desafíos:

La deliberación y las desigualdades sociales:
¿Cómo prevenir el reparto igualitario de la palabra en un grupo socialmente y culturalmente jhetegoreneo donde algunos miembros estarán más acostumbrados que otros a hablar en público, cuando el capital cultural tiene a disipar las inhibiciones y a estimular la confianza en sí, y cuando los expertos acostumbrados a  ser  escuchados y los profesionales que gestionan el dispositivo pueden influir de manera importante en los debates? La calidad procedimental de lo mecanismos tiende a minimizar las asimetrías.  Basta con haber visto como  personas que se mantenían  mudas habitualmente  se animan en las sesiones de grupos reducidos y alcanzan a conseguir una capacidad mayor a tomar la palabra para darse cuenta de las potencialidades del sistema. Aunque la igualdad nos es nunca perfecta.   

El efecto de la deliberación sobre los  individuos:
¿Cuáles son los efectos de la deliberación sobre  los individuos que participan en esos mini-públicos? Los teóricos de la democracia deliberativa sostienen con frecuencia que al discutir de una manera informal los ciudadanos están inclinados a convencerse mutuamente apelando a la fuerza del mejor argumento sin coacciones. Esta hipótesis es difícilmente demostrable sin embargo y lo que realmente pasa en Las deliberaciones constituye  una auténtica”· caja negra”. Incluso hay  psicólogos que  apuntan que la discusión en grupos pequeños desemboca en polarización de posturas preexistentes y en  hacer más difícil la búsqueda de compromisos. Si  esta lógica observada en laboratorio no parece que se encuentre en la práctica real de los minipublicos es preciso convenir por tanto que los efectos precisos de la deliberación sobre los individuos está por demostrar, aunque la literatura sobre este tema va en aumento (16)

La cuestión de la responsabilidad
Se plantea el problema de la responsabilidad de los ciudadanos sorteados. En la época de Atenas, los que se hacían miembros de las magistraturas colegiadas debían rendir cuentas de su actividad. Aunque estén lejos de respetar las promesas electorales, los electos son responsables ante la ley cuando ocupoan cargos ejecutivos y ante sus electores cuando se presentan a la reelección. ¿Ante quienes podrán los jurados rendir cuentas?

La deliberación versus publicidad:
Los sondeos deliberativos son publicaos pero este no es el caso de los jurados populares que se desarrollan enteramente a puerta cerrada aunque la opinión  final sea hecha publica. En otro contexto, Jhon Elster ha sugerido que las sesione publicas estimulan a los participantes a hacer más rígidas sus posiciones y a desplegar argumentos teóricos (17). Otros añaden  que convendría preservar a los jurados de interferencias de los lobbys. Desde una perspectiva habermasiana o kantina la publicidad es una de las cualidades de la discusión dado que empuja a los individuos a contemplar el interés general o al menos a intentar demostrara que sus argumentos son compatibles con él. Además la presión de la publicidad hace más difícil las componendas de las sesiones a puerta cerrada. En cualquier caso, la falta de publicidad de los debates presenta el inconveniente mayor de hacer que no  se implique el gran público.

Deliberación de mini-públicos versus deliberación masiva:
Los mini-públicos deliberativos, por definición, pretenden  de encarnar una opinión  contrafactica ( lo que la opinión publica podría ser ), mejor informada, que se beneficie de un marco  bastante satisfactoria para forjarse pero que puede ser divergente de la opinión de las masas. La forma en que fueron rechazadas las propuestas de los jurados  en muchas experiencias piloto muestra  muy bien que ese riesgo no es mera especulación.

El problema de la transformación social:
¿Cómo podrían tener una real incidencia sobre la gente los mini públicos? Los ciudadanos sacados por sorteo son desprendidos de sus lazos sociales previos y puestos en presencia de otros de manera artificial. Mientras su convocatoria dependa de la buena voluntad los poderes no es probable que puedan alterar realmente las estructuras de poder. Para imponer transformaciones positivas en un mundo donde la resistencia estructural de intereses dominantes es enorme ¿no es más eficaz que las discusiones razonables de grupos restringidos? la apelación a la indignación y al levantami9ento en masa contralas injusticias y los peligros que amenazan el planeta?.

Las mutaciones de la representación democrática:
A pesar de estos desafíos, La ola actual de experimentaciones que recurre al sorteo es significativa de un intento de enriquecimiento de la democracia. Da fe de ello, por ejemplo,  la Asamblea Ciudadana de Columbia Británica de 2004. Se le confió la misión  de proponer una reforma del modo de escrutinio de esta provincia canadiense. Sus organizadores estimaban que era preferible no confiar a los partidos  la reforma de una ley electoral, tema sobre el que  se daba una especie de conflicto de intereses. Tras un año de trabajo, La Asamblea ciudadana propuso terminar con el escrutinio uninomjnal de una sola vuelta, que lamina  a las minorías para introducir  una lógica más proporcional., El proyecto de ley  que s proponía fue objeto de ratificación   por los ciudadanos en  un referéndum en mayo 2005, Gordon Guibnson, consejero del Primer ministro de Columbia Británica y creador de la Asamblea de Ciudadanos justifico la innovación de la manera siguiente:

“Estamos introduciendo (…) nuevos elementos distintos a los de la democracia representativa y la democracia directa (…) Actualmente las  vías de toma de decisiones están profundamente influenciadas, incluso dominadas, por intereses particulares o por expertos. La idea de una democracia deliberativa es esencial para que pueda prevalecer el interés público encarnado en  grupos de ciudadanos elegidos por sorteo. Los representantes que tradicionalmente elegimos son seleccionados por un consenso mayoritario, por un periodo largo de tiempo,  como profesionales,  y con una autoridad legal sin límites para que actúen en nuestro nombre. El nuevo tipo de representantes de los que hablamos será elegidos al azar, por un breve periodo, como ciudadanos ordinarios y para tareas específicas y limitadas (18)

Para medir el alcance de este discurso hay que recordar que la experiencia democrática moderna nunca se ha limitado al mero gobierno representativo, es decir a la elección regular de representantes que monopolicen la toma de decisiones en nombre de sus mandatarios. La institución de una justicia independiente, la actividad de comités de expertos, la democracia social participada  o los elementos de ede3mocfracia directa que suponían  los referéndums o la iniciativas populares  también formaron parte del panorama, Actualmente, en tiempos de redes sociales y con unos partidos de masas en decadencia, son perceptibles nuevas vías de  legitimidad democrática.

En el futuro sería deseable que el sorteo se añada nuevamente al sistema de elecciones como lo fue en la mayoría de las experiencias democráticas y republicanas de la historia. Para que esta innovación tenga realmente sentido debería institucionalizarse legalmente y no sustentarse solamente en la voluntad política de responsables circunstanciales. La idea no es suprimir las elecciones sino enriquecer la dinámica democrática haciendo intervenir este elemento novedoso a una escala significativa. La experiencia islandesa muestra las potencialidades de democratización de la democracia que de ella se derivan: ¡ Que contraste con Grecia que ha emprendido un camino de reforma desde arriba dejando sin tocar el sistema institucional!,

Sería en todo caso ingenuo pensar que la política en el siglo XXI no hará más que prolongar con modificaciones marginales la del siglo precedente. Ante la amplitud de la crisis del capitalismo financiero y el callejón sin salida creciente al que no lleva el, modelo productivista seguido hasta hoy, ante el inmenso descrédito que experimenta la política  institucional hoy día un statu quo no parece ni realista ni satisfactorio.

(*) Yves Sintomer , es profesor del departamento de ciencias políticas de la Universidad de Paris  e investigador invitado de la Universidad de Neuchâtel. Sus trabajos de investigación versan sobre la teoría de la democracia y las mutaciones contemporáneas de las sociedades democráticas. Ha publicado, entre otras obras: “El poder del pueblo, jurados populares, sorteo y democracia participativa “.- Paris La decourverte 2007.
(* )Fuente, Notas y bibliografia : Yves Sintomer, « Tirage au sort et démocratie délibérative. Une piste pour renouveler la politique au XXIe siècle ? », La Vie des idées, 5 juin 2012. ISSN : 2105-3030. URL : http://www.laviedesidees.fr/Tirage-au-sort-et-democratie.html

Mas sobre este tema: Historia del sorteo en politica http://republicadelosiguales.blogspot.com.es/p/temas-republicanos.html





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